Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 9, 5-9

5 Pero el Señor Dios de Israel que todo lo ve, le hirió con una llaga
incurable e invisible: apenas pronunciada esta frase, se apoderó de
sus
entrañas un dolor irremediable, con agudos retortijones internos,

6 cosa totalmente justa para quien había hecho sufrir las entrañas de
otros con numerosas y desconocidas torturas.

7 Pero él de ningún modo cesaba en su arrogancia; estaba lleno
todavía de orgullo, respiraba el fuego de su furor contra los judíos
y
mandaba acelerar la marcha. Pero sucedió que vino a caer de su carro que
corría velozmente y, con la violenta caída, todos los miembros de
su
cuerpo se le descoyuntaron.

8 El que poco antes pensaba dominar con su altivez de superhombre
las olas del mar, y se imaginaba pesar en una balanza las cimas de
las
montañas, caído por tierra, era luego transportado en una litera, mostrando a
todos de forma manifiesta el poder de Dios,

9 hasta el punto que de los ojos del impío pululaban gusanos, caían a
pedazos sus carnes, aun estando con vida, entre dolores y sufrimientos, y su
infecto hedor apestaba todo el ejército.